Había que echar la tarde con los niños y había entrenado el dia anterior así que el momento era propicio para activarlo y una sesión suave de bicis era una gran opción.
Era una tarde de Noviembre soleada.
Rondábamos los 14 grados lo que para mi, sureño acostumbrado a las buenas temperaturas es considerado como frío.
El cielo despejado contribuía a que no hubiera efecto invernadero y por tanto la no acumulación de radiaciones contribuía a que la temperatura fuese mas baja.
Ya se había dado el cambio de hora al uso de invierno con lo que o nos íbamos pronto o se nos haría de noche.
Recoger a los niños del cole, comer y tomar café te situaba en las 16:30 Hrs
Los niños debían merendar y eso te llevaba a las 17:00 hrs
Quedaba prácticamente una hora y media de luz.
Aunque aquí el tiempo no es especialmente gélido si que es húmedo y la humedad es mala para TODO.
Se me ocurrió que una actividad adecuada podía ser un paseo en bici hasta la playa.
Desde mi casa hasta la playa había un camino de unos 2 kilometros que era perfecto para ir con los peques en las bicis así que
ADELANTE!!
Una vez llegamos a la playa teníamos el paseo maritimo entero para nosotros
En invierno especialmente los días de poniente hace bastante frío cuando cae el sol.
Sin llegar a estar mal estábamos quizás al limite de empezar a sentir frío.
Estuvimos entrenando en nuestro parque de ejercicios favorito donde disponemos de bancos para trabajar abdominales, trabajar biceps, dorsales y pectorales.
Y antes de marcharnos recorrimos el paseo de punta a punta varias veces a topa pastilla!
Así cuando la niña se quedaba atrás recortaba camino en nuestro cruce cuando volvíamos.
Después de eso nos volvimos a casa.
Vuelta por el camino amarillo por donde habíamos ido junto al río pero nuestra vuelta era distinta
Volvíamos cargados de iones negativos y ademas habíamos completado un medio entrenamiento de una intensidad baja pero divertida!
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