A veces te toca la lotería y no te das ni cuenta  así que  pensé que en #ElQuerido nos pudo haber tocado por lo que había que repetir para salir de dudas.

En esta ocasión fuimos un viernes y además llegamos tarde.

La noche era «una de aquellas noches» en las que no hay gota de viento, la temperatura es ideal y la brisa es de levante humedo por lo que era la noche perfecta para salir a tomar algo.

La terraza estaba a tope, como no podía ser de otra forma.

Entramos dentro y encontramos un hueco junto a la barra, al lado de una pareja de novios que se comportaba de una forma un poco atrevida.

El chico era extranjero Europeo y la chica afro de piel oscura que unido a la circunstancia de que nuestro puerto recibe miles de marinos al año les sirvió para ser identificados rápidamente.

Él era marino en ayunas, ella estaba trabajando y a nosotros no nos apetecía estar allí al lado comiendo junto a esa pareja retozando «amor de billetera»

Siendo honesto a mí no me molestaban pero mi exquisita esposa se sentía ruborizada por aquel comportamiento más de pareja de quinceañeros con lo que aprovechamos la salida de varios comensales para ir a buscar el sitio que dejaron vació.

Una vez sentados al fondo en una mesa camilla con un banco corrido para sentarnos y varios sillones individuales pedimos la atención del mismo camarero que nos atendió hacía escasamente una semana.

ElQuerido Interior

Nos comentó lo que tenía fuera de carta y nos recomendó.

Me encanta que me vendan las cosas!

Cuando alguien tiene una oferta y te está recomendando algo fuera de carta es porque ese día querían sorprender y si no le haces caso estás dejando que se escape el tren.

Carpaccio de ternera acompañado de un queso fundido provolone con una cerveza para mi y Rioja para ella.

El Carpaccio no me defraudó.

Picaba como casi todo lo que pedías allí.

Era evidente el gusto por el picante del cocinero al que no me queda otra que alabar el gusto porque con el picante hay que tener muy buena mano para acertar sin pasarte.

Llegó el turno del segundo en el que nos dejamos vender por el camarero que nos coló unas entrañas de ternera.

ElQuerido Algeciras

Cuando llegaron las entrañas el plato tenia una presencia formidable.

Los puntitos de sal derretida sobre la carne cortada en trozos que dejaban ver el «punto menos» al que estaban cocinadas me recordó mucho a aquella sal que se vende en escamas y que había visto por primera vez cuando estuve en Buenos Aires.

Sal Maldon y Chimichurri

La carne venía presentada ella solita en el plato.

Cortada a trozos y se apreciaba en su zona central el punto perfecto entre crudo y hecho generando vetas de sangre intercaladas con las partes mas hechas.

Para mi gusto el punto dado era perfecto y pienso que para mi esposa también porque en ningún momento la oí quejarse.

Junto a la carne había un montoncito que especias mezclados y humedecidos que me recordó al chimichurri que preparan los argentinos para acompañar con la carne.

Había comido en varios restaurantes y me habían puesto chimichurri pero nunca lo había probado en España con la misma calidad de preparación que cuando lo comí en Argentina.

Esta vez fue diferente!

En cuanto lo probé me vinieron a la memoria todos los sabores y sensaciones que experimenté cuando lo comí en origen!

Es como beber un vino de Jerez en Jerez o bebértelo en otro sitio o comerte una paella en Valencia  o en Sevilla.

No es lo mismo! todo lo que existe alrededor influye en el resultado final! y en el caso del chimichurri por muy bueno que haya salido si la carne no está en su punto no te va a generar esas sensaciones que esperas!

Estaba claro que el cocinero tenía que ser argentino! no quedaba otra! a mi no me engañas!!

Pregunté al camarero que nos atendía y efectivamente!!

Emilio el cocinero es de Luján

Fue nuestra segunda vez en #ElQuerido y comprobamos que no nos había tocado la lotería. No comimos tan bien la primera vez por casualidad. No fue coincidencia.

Fue la segunda visita y seguro que no será la última.

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