Nunca te has planteado que el cansancio y la falta de ganas va mas con un fenómeno psicológico que físico? Fíjate lo que me pasó el otro día!
Salí a correr con un objetivo marcado! Quería hacerme 14 kilómetros. Lo tenía meridianamente claro!
La ruta fue la rutina de siempre pero aumentadas al final del paseo de ida.
Lo normal es que cuando hago mi rutina de 6 kilómetros llegó con un cansancio y una evolucion muy parecida casi a punto por punto.
Mismo objetivo mismas respuestas físicas desde mi cuerpo.
El otro día el planteamiento fueron 14 kilómetros!
Inicialmente ya de entrada te digo que al llegar a mis 3 primeros kilómetros que es do de me vuelvo a casa me sentía especialmente fuerte en comparación con otras veces.
Pero la sensación ya no solo era mental sino también física!
Me sentia muy entero y andando a muy buen ritmo!
Cuando hago 6 kilómetros más primeros 3 sin casi los mejores en cuanto al tiempo pero hoy eran 14 y tenía que dosificar.
Yo iba tirando fuerte. El cuerpo respondía y mi rodilla también!
Tras la sesión mis estiramientos y mi ducha.
Entonces checkeo de la sesion y ahí es donde lleve la gran sorpresa:
Mi sorpresa fue mayúscula al ver que los primeros 6 kilometros fueron de una intensidad mayor a la habitual.
Solía caer en el cuarto, quinto y sexto pero hoy no fue así y la única explicación fue que mi mente actuaba contra mi!
Tu cansancio es real pero la mente juega un papel fundamental!
To objetivo es hacer 6? Tu mente actuará a los 3 para evitar el esfuerzo.
Si tienes que hacer 14 tu mente actuará a los 8 para evitar el esfuerzo.
Tu mente busca la protección!!
Hemos visto muchas veces en televisión a un deportista desfallecer una vez cruzo la meta
Si! Caerse a plomo al suelo! No es muy complicado!! Se ve muy a menudo en televisión!
Nuestra mente usa el cansancio para protegernos de un esfuerzo y una sobretensión que puede dañar nuestro cuerpo.
La mente solo intenta protegernos y nosotros la llevamos al límite aunque sabemos que existen esos límites infranqueables que nunca debemos sobrepasar.
La mente nos protege su nosotros mismos y a su manera nos ayuda a mejorar.
Seguro que se te viene a la cabeza algún deportista que se dopó y durante la prueba cayó fulminado.
Sobrepasó los límites y nadie le avisó.